jueves, 8 de diciembre de 2011

Instrucciones para sobrevivir a convivios

Más allá de las clásicas recomendaciones de cajón, como las de no conduzca si toma licor, existen otros inconvenientes que atravesamos quienes asistimos a convivios. Estas reuniones de fin de año, a veces, suelen terminar mal para algunos, a tal grado que tienen saldos negativos. Por eso, le recomiendo evitar lo siguiente: hay aquellos que tras tomar considerables cantidades de alcohol se transforman, tipo Hulk. Evidentemente no pueden conducir, pero se creen mejores que Fittipaldi. Se emberrinchan en no entregar las llaves, por eso, mejor entréguelas cuando aún permanezca sobrio. Por ejemplo, algunos jefes, que tras tomar unos tragos de más comienzan a revelar posibles despidos o ascensos, o peor, se ponen la corbata en la cabeza, se suben en las mesas a bailar y sus instantáneas van a parar al facebook de cientos. Más de alguno se las lleva de muy galán y tras sentir “valor” se acerca a “cantinear” hasta las monjitas, llegando al colmo de ofrecer hasta matrimonio a dos o tres. La clásica mujer que de un momento a otro le “da el aire”, es decir, pierde el control y se desata en ella una furia al estilo tormenta tropical. Quienes están acostumbrados a verla, sentada, sin hablar, tomando té negro, se llevan la sorpresa del siglo al verla, como que es conductora de talk show. Están los serviciales, es decir aquellos que de ogros se transforman en “cuates de toda la vida”, incondicionales y juran lealtad eterna.
Están los que amanecen “in situ”, me refiero al sitio de la fiesta, totalmente dormidos con alzhaimer, muchas veces sus nombres aparecen en la radio como extraviados. O lo que se creen Robin Hood y deciden llevarse una que otra boquita o una que otra “tánica” de color ámbar. Piensan que lo harán furtivamente, pero, oh… o se los quitan en la puerta o se los descuentan a fin de mes, pues todos se dan cuenta. Por lo anterior, es determinante que antes de ir a pasarla bien, divertirse, esperar su canasta navideña y despedirse de los compañeros, piénselo dos veces antes de protagonizar algunos de estos “clavitos”. Si va de convivio, repase este manual.

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