martes, 19 de junio de 2012

Alemania a la cabeza funcionaría mejor Europa

Tomado del diariomontanes.es

Philip Kerr reconoce que durante seis días a la semana pasa ocho horas sin hablar. Su estado natural es el silencio por lo que, según confiesa, le cuesta mucho participar en foros literarios. Sin embargo, se explaya para hablar de la historia de Alemania, un país en el que ambienta una buena parte de su obra, pese a que él sea escocés y resida en Londres. También se define como pacifista, pero el nazismo aparece en sus novelas porque, según explica, «es uno de los pocos momentos de la historia en los que es fácil distinguir entre los buenos y malos». De esa lógica casi infantil nace su interés por Alemania, un país que, en su opinión, acaba siempre en el centro de la historia aunque en algunos momentos, como el actual, no lo desee. Esta semana imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) el seminario 'Cómo se escribe un buen texto' y hoy, martes, a las 19.00 horas, inaugura el ciclo de los 'Martes Literarios', que patrocina EL DIARIO MONTAÑÉS.
Para el autor de 'Praga mortal', en la que recupera a su detective Bernie Gunther, el pasado de Alemania que refleja en sus libros no es tan lejano como pueda parecer de hecho todo lo que pasa ahora es una consecuencia de aquel periódico «Y no creo que sea necesariamente malo. Hoy Alemania está liderando Europa y diciéndole hacia tiene que ir», aseguró.
Una circunstancia que encuentra «bastante irónica» porque en 1914 y 1939 ese país quería «conquistar y dominar» Europa y hoy la controla pero, a su modo de ver, no se siente cómoda en esa situación. «Y cómo está preocupada por mostrar patriotismo, ha recogido una bandera azul con muchas estrellas», apostilló.
Sin embargo, el autor que define a los alemanes como «una gente muy agradable» no quiere que sus palabras se tomen como una crítica porque está convencido de que «una Europa dirigida por ellos no sería algo tan malo, por lo menos funcionaría bien».
En su próxima novela, ya muy avanzada, regresa a los años cuarenta del pasado siglo para narrar la masacre de 40.000 oficiales polacos a manos del policía soviética en Smolenks. «Parece que siempre escribo sobre historia pero es que la historia tiene unos efectos muy poderosos», defendió, antes de recordar que precisamente en un aniversario de esa masacre tuvo lugar el accidente aéreo en el que falleció el entonces presidente de Polonia, Lech Kaczynski. «Hubo una gran controversia e incluso se sospechaba que los rusos habían estado involucrados. Una vez más vemos como las heridas de la historia están muy cerca de la superficie'.
Novela negra





Además de vérselas con asesinatos en sus historias, Kerr es también un autor de literatura infantil y juvenil, un tipo de literatura que no considera «en absoluto menor» y que le lleva mucho más tiempo escribir porque para llegar a ese público «hay que ser como una especie de Matisse y buscar la simplicidad». Sin embargo, reconoce que se siente más a gusto en el género negro que está viviendo uno de sus mejores momentos porque los lectores necesitan buenas historias. «Buscan una buena trama, que es el motor que lleva adelante un buen libro, porque están un poco cansados de que se les ofrezca grandes frases y una escritura bonita. Tienen apetito de una buena historia».
Kerr reconoce que muchas veces se confunde al escritor con el autor. «El primero es un misántropo que se encierra en su casa para escribir durante todo el día mientras que el autor es un pobre hombre que tiene que venir habitualmente a este tipo de actos», por eso esta semana que tiene que compartir todas estas reflexiones con sus alumnos le gustaría volver a su estudio londinense para seguir con la novela. «Esta es la primera vez que participo en un encuentro de este tipo y la verdad, no me veo cualificado para enseñar a alguien a escribir un texto en cinco días. Ni siquiera he asistido a clases de escritura creativa, pero como soy abogado de profesión, creo que sabré convencer», dijo para concluir.

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