miércoles, 8 de febrero de 2012

Llamadas y deudas

Pareciera que estas líneas las estoy escribiendo para mis acreedores, pero no, me parece que, tras consultar con muchos, solamente expresan un sentimiento colectivo. Ocurre que desde muy temprano hasta la tarde timbrar nuestros celulares con la variedad de tonos que les asignamos. Por la mañana, nos despabilamos y por la tarde, nos percatamos, que otra vez se trata del número del PBX del banco, la tarjeta, el almacén o el comercial al cual tenemos una o dos cuotas atrasadas. Hay veces es en vano contestar y explicar que no nos han pagado, pero que si ya lo hicieron (eso no lo decimos), pagamos a otros. A veces, la intransigencia de quien nos llama, llega al colmo del insulto o la prepotencia de ordenar que nos dirijamos de inmediato a la sucursal más cercana a pagar. De lo contrario, se incrementarán considerablemente los intereses o nuestro récord crediticio será seriamente afectado. Si nos comprometemos, debemos cumplir, pero a veces el “acoso” al que somos sometidos los “tararahabientes” llega al colmo del ataque. A un amigo le enviaron 99 correos electrónicos el mismo día en los que le exigían que pagara ya… Otra me contó que la llamaban cinco días antes del pago de vencimiento con la “extrañeza” que “todavía no ha pagado”. Una vez me pasó a mí, cuando el trabajador del call center me gritó ¿por qué no ha pagado, si ya pagaron el Bono 14?, cuál, me dije. Salen los insultos, las críticas y las llamadas constantes, inoportunas y desagradables. Entiendo que quienes prestan o venden están en su derecho de cobrar, pero las “estrategias” que utilizan ahora van más allá de lo “ético”, pues pareciera que se trata de una persecución desenfrenada, contra un individuo que está atrasado con sus cuotas (especialmente en el inicio del año). Al final, quienes nos atrasamos, (¿quién no?) hacemos posible este tipo de negocios, pues en realidad el incremento de los intereses es tan elevado, que al final se vuelve impagable. Ojalá que esta administración las regule.

No hay comentarios:

Publicar un comentario