jueves, 27 de octubre de 2011

Esos locos bajitos

El título de mi columna lleva el nombre de la canción de Joan Manuel Serrat, la cual está dedicada a esos pequeños que nos acompañan día a día y a quienes quiero dedicarles lo siguiente. No cabe duda que cuando aparece uno de estos pequeños en nuestros hogares, todo cambia y nunca volverá a ser igual. A los pocos meses comienzan los pasos inseguros, que conllevan caídas lamentables, quebrazón de adornos, macetas y desapariciones urgentes de objetos sobre cualquier superficie. Luego los balbuceos: las primeras jerigonzas, indescifrables, como poemas dadaístas, hasta que un día sale de su boca el tan ansiado Papá o Mamá. “Esos que se menean, con nuestros gestos”, resulta que comienzan a ir a estudiar, tanto a la casa-cuna, luego a la escuela o al colegio. Esta es la etapa del dibujo y la plastilina: algunos quieren ser Picasso, otras Frida, algunas, simplemente hacen garabatos y les ponen Te Quiero. La etapa de las superestrellas también es genial: ellas quieren ser violinistas o bailarinas, ellos Messi o Ronaldo; aunque también algunos quieren ser cocineros y algunas pilotos aviadores. La siguiente etapa, la de las preguntas es inolvidable, pues algunas de ellas nos pueden sacar el “color”, como cuando una hija te pregunta ¿a ti quién te enseño a hacer pipí parado, papá? O las interpretaciones literales como la que me preguntó una de mis hijas, tras escuchar Corazón partido. ¿Con qué le partieron el corazón al señor, papá? Claro que las enfermedades y las inyecciones causantes de llantos son parte del menú, altas fiebres, dolor de pancita. Uno quisiera que la enfermedad se le metiera por la piel con tal que se les quitara, por ejemplo. Poco a poco los vamos viendo como nuestro espejo, como seguramente fuimos de pequeños, su caminado, sus palabras, la entonación, solamente que “mejorados”. En fin son ideas que se quedan cortas, para todo ese mundo maravilloso que es el de ser pequeño. Muchos quisiéramos que se detuviera el tiempo y que no pasara lo inevitable: que un día crezcan,se marchen y nos digan adiós.

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